6 alimentos que es mejor decirles “gracias, pero no” — Alimentación Saludable Sitges

Ultraprocesados, aceites raros, pesticidas… hoy te contamos qué no debería estar en tu plato (ni en tu despensa)

Si vives en modo “corre-corre”, comer perfecto no siempre es posible. Pero hay seis cosas que, si empiezas a dejar fuera, tu cuerpo te lo agradecerá hoy, mañana y a largo plazo. No hablamos de ser radicales; hablamos de ser conscientes y de construir un entorno que te lo ponga fácil. Como dice James Clear en Hábitos Atómicos, no subes al nivel de tus objetivos, caes al nivel de tus sistemas. Vamos a diseñar tu sistema de Alimentación Saludable Sitges para que lo sano sea lo fácil.

Por qué decir “no” (y sentirte bien haciéndolo)

Reducir ciertos ingredientes tiene un impacto directo en inflamación, energía, microbiota, control del apetito y salud hormonal. Y sí, también en tu peso a medio plazo. Si quieres profundizar en el enfoque global, te gustará este artículo: Nutrición Integrativa Sitges: el enfoque que transforma tu salud.

1) Ultraprocesados: los zombis del supermercado 

Qué son: productos “listos para comer” con listas interminables de ingredientes: harinas refinadas, azúcares ocultos, almidones modificados, potenciadores del sabor, colorantes y conservantes.

Dónde se esconden: barritas “fitness”, cereales “light”, snacks “veggie”, galletas “digestive”, salsas, embutidos baratos, pizzas y precocinados.

Por qué decirles que no: te inflaman, desregulan el apetito (comes y sigues con hambre) y empujan a picos de glucosa que se traducen en antojos y cansancio. Si esto te suena, revisa: Resistencia a la insulina Sitges.

Cómo reconocerlos (etiqueta):

  • 5 ingredientes y nombres que no usarías en tu cocina.

  • Azúcares con alias: jarabe, maltodextrina, dextrosa, glucosa-fructosa.

  • Grasas vegetales “interesantes” (que no lo son): palma, palmiste, “vegetal” sin especificar.

Alternativas reales: comida de ingrediente único o mínima transformación: fruta, yogur natural, frutos secos, huevos, legumbres cocidas, pan de masa madre 100% integral, hummus casero, queso fresco de calidad.

2) Aceites hidrogenados y vegetales refinados: los enemigos invisibles 

Qué son: aceites baratos (girasol, maíz, soja, palma) sometidos a procesos que los hacen muy estables… y muy perjudiciales si son la base de tu dieta. La versión hidrogenada (o parcialmente hidrogenada) crea grasas trans.

Dónde se esconden: galletas, bollería, masas de pizza, snacks, salsas y frituras de bares de paso.

Por qué decirles que no: aumentan la inflamación, empeoran el perfil lipídico y pueden desordenar señales hormonales (saciedad, leptina).

Etiqueta a vigilar: “aceite vegetal (girasol/soja/maíz)”, “grasas vegetales”, “hidrogenado”, “parcialmente hidrogenado”.

Alternativas reales (casa y fuera):

  • En casa: aceite de oliva virgen extra (AOVE) para casi todo; AOVE y ghee para saltear; frutos secos y aguacate como fuentes de grasa.

  • Fuera: prioriza plancha/horno; pregunta por el aceite que usan.

3) Jarabe de maíz de alta fructosa (y azúcares “camuflados”) 

Qué es: un edulcorante muy barato, ubicuo y altamente palatable que dispara consumo y picos de glucosa.

Dónde se esconde: bebidas azucaradas, salsas, “yogures sanos”, barritas, mermeladas, pan de molde “integral”.

Por qué decirle que no: no sacia, fomenta antojos y altera tu respuesta a la insulina. Eres de las que piensa “me como uno… y otro y otro”? Este jarabe suele estar detrás.

Etiqueta a vigilar: “jarabe de maíz de alta fructosa”, “glucosa-fructosa”, “JMAF/HFCS”.

Alternativas reales: fruta entera (con fibra), canela, vainilla, cacao puro; miel cruda o dátiles en recetas, con moderación.

4) Endulzantes artificiales: ni azúcar, ni solución 

Qué son: sacarina, aspartamo, sucralosa, acesulfame K… dulces sin calorías.

Por qué decirles que no (uso habitual): pueden alterar la microbiota, perpetuar el gusto por lo muy dulce y, paradójicamente, no ayudarte a regular el apetito ni el peso. A veces acaban acompañados de harinas y grasas baratas en “snacks fit”.

Etiqueta a vigilar: E-950, E-951, E-955, sucralosa, acesulfame K, ciclamato.

Alternativas reales: baja el umbral de dulzor con fruta, especias (canela, cardamomo), cacao puro, o un poco de miel real cuando toque. Si el dulce te tienta a última hora, mira este recurso: Hormona del estrés: cómo controlar el cortisol.

5) Pesticidas evitables: los intrusos silenciosos 

La realidad: comer vegetal es maravilloso; pero hay cultivos con pieles finas que acumulan más residuos (manzana, uvas, fresas, espinacas).

Estrategia 80/20 (práctica):

  • Compra eco lo que comes con piel o sin cocinar con frecuencia.

  • Pela/lava con esponja vegetales de piel gruesa cuando no sean eco.

  • Varía orígenes y temporadas para no repetir siempre el mismo perfil de residuos.

Beneficio: menos disruptores hormonales y carga tóxica innecesaria, mejor respuesta de piel, energía y digestión.

6) Todo lo que no reconoces como “comida real” 

La regla de oro: si no puedes cocinarlo tú con ingredientes normales, o la etiqueta parece un informe de laboratorio, no es comida: es un experimento. Y tú no eres una cobaya.

Ejemplos: postres “0%” con 15 ingredientes, bebidas vegetales con jarabes y aceites, salsas “healthy” con almidones modificados, snacks con proteínas aisladas + alcoholes de azúcar + aromas.

Alternativas reales: recetas simples de 5–7 ingredientes, salsas caseras (AOVE + limón + especias), bebidas vegetales solo con agua + fruto seco/cereal + sal.

Alimentación Saludable Sitges: guía de compra “limpia” (lista rápida)

Frutas y verduras (de temporada): espinacas, brócoli, calabacín, pimiento, cebolla, tomate, frutos rojos, manzana, cítricos, kiwi.
Proteínas reales: huevos, pollo/pavo, pescados azules (sardina, caballa, salmón), legumbres (garbanzos, lentejas), tofu/tempeh.
Grasas de calidad: AOVE, aguacate, nueces/almendras, semillas (chía, lino).
Hidratos de calidad: patata/boniato, arroz integral, quinoa, pan de masa madre 100% integral (ingredientes: harina, agua, sal).
Básicos de despensa: especias, cacao puro, café/infusiones, yogur natural/kéfir 

Aprende a detectar “falsos sanos”: Mitos de alimentación saludable.

“Menú 24 horas sin zombis”: un día tipo (fácil y realista)

Desayuno
Yogur natural con frutos rojos, 1 cda. de chía y nueces + café o té.
Opción salada: tortilla de 2 huevos con espinacas y tomate.

Comida
Ensalada templada de garbanzos con pimiento asado, rúcula, huevo duro y AOVE + pan 100% integral (pequeña rebanada).

Merienda (si hace falta)
Manzana + 10–15 almendras.
Opción rápida: hummus casero + crudités.

Cena
Salmón a la plancha con calabacín y cebolla salteados + patata asada pequeña.

Hábitos que multiplican: 8–10 mil pasos/día, caminar 10 minutos tras las comidas, cena 2–3 h antes de dormir, pantallas atenuadas desde las 20:00. Si necesitas un empujón estructurado para resetear hábitos: Plan 5R Diet by Ankshu.

Preguntas rápidas (FAQ)

No. Pero si los conviertes en la excepción y no en la norma, tu cuerpo lo nota. El 80/20 funciona.

No por ser “veggie” son saludables. Revisa ingredientes. Menos procesado = mejor.

Prioriza eco en lo que comes con piel o crudo y aplica la regla 80/20. Lavar/pelar ayuda.

A menudo quitan grasa y añaden azúcares/edulcorantes/almidones. Revisa etiqueta, elige natural y completa tú con fruta o frutos secos.

Mucho. Te dejamos esta guía: Menopausia y aumento de peso Sitges.

Errores comunes (y su alternativa inteligente)

  • Buscar “light” en vez de leer ingredientes → Prioriza lista corta y alimentos de verdad.

  • Pensar que el zumo cuenta como fruta → Sin fibra = pico de glucosa. Fruta entera.

  • Cardio sin fuerza para “compensar” excesos → La fuerza 2–3/semana protege masa muscular y regula el apetito.

  • Cenar tarde y pesado → Peor sueño y más hambre al día siguiente. Cena 2–3 h antes de dormir, ligera 2–3 noches/semana.

  • Coleccionar suplementos en lugar de ordenar la base → Si luego quieres afinar, aquí tienes: Nutricosmética Sitges.

Tu siguiente paso (de verdad práctico)

  1. Haz una limpieza de despensa: saca todo lo que contenga jarabe de maíz de alta fructosa, aceites vegetales refinados/hidrogenados y edulcorantes.

  2. Prepara un kit de emergencia: frutos secos, fruta, huevos cocidos, garbanzos cocidos, pan 100% integral, yogur natural, hummus casero.

  3. Planifica un batch cooking básico: verduras al horno, legumbres y un cereal integral listo.

  4. Pega en la nevera esta idea: “Si no lo puedes cocinar tú, no lo comas a diario”.


Si quieres pasar de la teoría a un plan
que encaje con tu vida, en Ankshu Wellness Clinic trabajamos Alimentación Saludable Sitges con un método claro: evaluación profesional, estrategia personalizada y seguimiento real (sin promesas vacías ni “milagros”).

 Citas semanales limitadas para garantizar calidad de seguimiento.

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